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El papel de la filosofía en México



Mtro. Alberto Rafael León Ramos
albertoleonramos@hotmail.com
Publicado en Tlanestli. 10  de  octubre 2012.


Al hablar de filósofos muchas veces se viene a la mente una sustantividad que tiene poco contacto con el mundo. Encerrado en su mundo de metafísicas, lógicas, hermenéuticas etc., pareciera no tiene alguna injerencia en la realidad y mucho menos en la sociedad. Las cosas banales no le interesan para nada y solo vive para los libros, autores, editoriales, etc. Esa concepción tienen muchas personas sobre la labor del filósofo en nuestros días. Se ha mitificado hasta cierto punto. La figura del amante de la sabiduría está obsoleta. ¿Por qué ha pasado esto?
La filosofía nace en Grecia como reflexión sobre el mundo, sobre las cosas que nos acompañan en el universo. Las primeras reflexiones apuntaban a dar una explicación sobre el arje de las cosas. Aquellos primigenios interrogadores del mundo se denominaron filósofos de la naturaleza. Con Aristóteles y Platón la filosofía se lleva a un plano mucho más riguroso, el sistema. Con ellos se inaugura la forma en que la filosofía se desenvolvería por miles de años.
Tanto en el Liceo como La Academia se trataba de enseñar a pensar. Se podría decir que era una paideia incipiente. La filosofía se estaba desarrollando como formación y educación. En el Protréptico, Aristóteles se preguntaba sobre si era necesario una orientación filosófica o no para la vida, demostrando que sí era necesario y aunque aquel que estuviera en desacuerdo al tratar de demostrar lo contrario ya estaba filosofando.
La filosofía para los griegos era un interrogarse por el mundo, para otros era alcanzar la idea del bien y para otros debía acarrear la felicidad. Pero ahora surge la pregunta ¿Qué es la filosofía hoy en día?


La filosofía para los que estamos inmersos en ella es primeramente un amor a la sabiduría, entendiendo esto como un Bios Teoretikós[1]. Aunque se puede perder en un amor a la erudición lo cual podría llevar a caer en un saber de archivo solamente. Tener cuidado con estas actitudes es uno de los muchos problemas con que se debe de enfrentar el que estudia filosofía. No es que se piense que sea malo el saberse todo el libro de Historia de la Filosofía con toda y referencias a pie de página. Sino que no es eso la esencia de la praxis filosófica.
También podría decirse que filosofía es buscar solamente problemas o pseudo-problemas que no llevan a ningún lado, como en su momento apuntó B. Russell al decir que la metafísica generaba trataba pseudo-problemas y que por tanto no se le debía prestar atención a ese juego de niños. Estas son acusaciones que se hacen a la filosofía en sí. Para los que estudiamos la filosofía desde el ámbito formal, es decir la escuela, no es solamente eso. Por ello se tiene que analizar primeramente que es la filosofía en estos términos.
Célida Godina nos expone su forma de ver la filosofía desde la enseñanza. Comenta que no es solamente repetición de ideas, autores, teorías, sino va más allá. Es un enseñar a pensar, reflexionar y adquirir las capacidades críticas.
“la formación debe enseñarnos a reflexionar y comprender, no a repetir. Podemos proponer, por ejemplo, que la enseñanza de la filosofía se plantee como disciplina ligada a nuestra vida, que ésta nos apoye en la formación de una concepción del mundo”[2]
Porque la educación en México se ha enfocado solamente a formar sujetos que se limiten a captar los contenidos dados en los cursos, a contestar exámenes de manera autómata dejando de lado el tratar de forjar una actitud crítica tanto hacia los contenidos que se les son dados como a las formas en que estos pueden ser aplicados en la vida cotidiana.
Como podemos ver en Célida Godina hay algo muy importante que se quiere rescatar. “Que esta nos apoye en la formación de una concepción del mundo”, sobre estas líneas quisiera detenerme para hacer unos comentarios. Es interesante que la autora nos diga que la filosofía debería estar ligada con el mundo. Ya que es de entender generalizado que la filosofía no tiene una injerencia sobre la conformación del mundo en las personas, la que se puede adjudicar este hecho en todo caso sería la religión. No se quiere entrar en disputa sobre esto solamente se apunta de manera breve.
En México sí hay organizaciones y personas interesadas en hacer de la filosofía un arma no sólo de reflexión sino que sea presente en los ámbitos tanto académicos como sociales, tratando de generar así una concepción diferente del mundo. Prueba de ello es la Asociación Filosófica de México que organiza congresos, coloquios, mesas temáticas, presentaciones de libros en donde se está teniendo presencia en la sociedad mexicana forjando una nueva forma de ver la filosofía, ya que muchas veces es incomprendida.
También es de hacer notar la presencia del Observatorio Filosófico Mexicano (OFM) que actualmente está luchando porque la filosofía no desaparezca de la educación media superior y superior. Con la enérgica protesta ante la Secretaria de Educación Pública el OFM extendió un comunicado a las autoridades competentes para solicitar que las materias tales como, ética, filosofía, valores, etc., sean insertadas de nuevo en los planes de estudio, porque a alguna persona le pareció que estas debían desaparecer porque no tiene gran “influencia o no aportan nada a los alumnos”. Se logró que las materias relacionadas con la filosofía no fueran sacadas de los planes de estudio y con ello se abrió un nuevo camino para que ella esté presente en la sociedad mexicana.
La incomprensión de la filosofía se debe a varias cosas, entre ellas está la falta de interés de los ciudadanos y por otro lado el Estado no toma en serio sus aportaciones a la sociedad. Como bien apunta Gabriel Vargas Lozano:
“En nuestro país existe una grave incomprensión sobre el significado y función de la filosofía. Las reflexiones en torno a la comunidad filosófica nacional parecen no interesar a nadie. Su repercusión en los medios culturales es escasa. Los canales culturales de televisión del Estado (22 y 11) no le otorgan ningún espacio”[3]
Es de preocupar que se quiera quitar la filosofía de la educación, esto es comprensible porque se ha vuelto común hacer solamente sujetos técnicos que no tengan nada que ver con las cosas culturales, se quiere una persona productiva más que reflexiva. El Estado por su parte recorta el gasto a la educación formal lo que genera un estancamiento en cuanto a toda la educación en el país.
Ante la tecnificación del mundo el papel y función de la filosofía es la de contrarrestar los efectos nocivos de esa postura. Esto se logra a través de la educación formal. Martín Heidegger en su libro “Introducción a la filosofía” nos dice que la tarea de la filosofía está en su enseñanza. Y esto acotado con lo que Célida Godina nos comenta sobre la filosofía debe estar ligada a la formación de una concepción del mundo, se puede entrar en la acción ante estos problemas, por un lado de indiferencia de la sociedad para con el filósofo y la filosofía, por otro lado la fuerte resistencia al cambio en un mundo tecnificado y dominado por las novedades tecnológicas.
Aunque si se hace un balance de los libros con los aparatos tecnológicos más avanzados, los dos tendrían casi el mismo valor monetario, porque los libros no son nada baratos. Invertir en un libro hoy en día es igual o más de caro que comprarse un celular. “El libro, que es la Escritura triunfante, triunfal, es un bien de lujo cuya adquisición representa una inversión considerable”[4]


Tratando de contestar las preguntas lanzadas en este ensayo. Respondiendo a la primera pregunta. Sobre la mitificación del filósofo. Pienso que ha pasado esto, porque el filósofo por un lado no se ha interesado mucho en las cosas de la sociedad, su participación ha sido escasa y relativamente activa. Se había quedado discutiendo solo o con colegas sobre temas de poco interés general. Se hablaba de metafísicas, de universales, del ser del ente, de las proposiciones o de los cuantificadores. Aunque esto se está revirtiendo hoy en día prueba de ello son las asociaciones que ya mencioné.
La filosofía se replegó a un rincón por voluntad propia lo que generó que la sociedad generará un estigma sobre todo aquel que se dijese estudiante o amante de la sabiduría, tachándolo muchas veces de persona rara, revolucionara, incomprendida social o con algún problema de salud. Ahora bien, el término “filosofía” se está usando de manera diferente al significado que tiene.
Podemos ver cada vez más a las empresas que dice “nuestra filosofía es...” y enumeran ciertas cosas que para ellos pueden ser filosóficas, que muchas veces solamente visiones de lo que es el trabajo en equipo. O también cuando una persona dice alguna frase rara o poco comprensible en una charla, se le dice “¡que filosófico estas hoy!” tratando de decirle que cotidianamente no tendría ese tipo de pensamientos. En fin, la filosofía se ha incomprendido tanto en sus términos como en sus fines. Pero la culpa de ello la han tenidos los filósofos que se han quedado solos pensando en su cuarto.
También es de hacer notar la avalancha de libros que según tratan sobre temas filosóficos, como aquellos que dicen: “la filosofía de Dr. House”, “Más Platón menos prozac” “Filosofía para principiantes” “Frases filosóficas 1, 2 y 3” y otras más que nada tienen de filosófico. Estos y otros títulos se pueden leer más a menudo en los estantes de las librerías.
“La filosofía no es para una élite complacida en su torre de marfil. La filosofía es un beneficio público que debe ser enseñada a los niños, los adolescentes y los adultos; en las universidades, en el espacio público y en el ámbito privado”[5]


Para tratar de contestar la pregunta que versa sobre qué es la filosofía para nosotros, que va relacionada con el papel que tiene la filosofía en México. Pienso que la filosofía desde la educación formal se ha estancado. Porque se ha caído en un desinterés por formar personas críticas y reflexivas, haciendo cada vez más sólo personas que se limitan a memorizar los contenidos. No porque sea una filosofía académica se tiene que limitar solo a cubrir contenidos de los planes de estudios, se tendría que cambiar la forma de enseñar como la forma de aprender.
El papel de la filosofía es acción. Se dirá en ¿qué sentido? Puesto que ella misma al entrar en la vida como radical cambio y transformadora de la visión y noción de las personas ayuda a formar un mejor país. A pesar de que vivimos en un mundo en donde parece que los valores no interesan y la <era del vació> como apunta G. Lipovestky, ha llegado para quedarse, la filosofía y la enseñanza de esta como aliciente que puede generar un cambio en la sociedad mexicana.
“La filosofía, como hemos escrito, tiene los instrumentos idóneos para formar a un ciudadano preparado y organizado mentalmente”[6]
La filosofía hoy en día más que una materia de Universidad o preparatoria, más que una cosa extraña o aburrida, o más que libros, teorías y editoriales: la filosofía es cambio, acción, formadora, critica, es enseñanza, Bios Teoretikós. La tarea a la que no debemos avocar los estudiosos de la Filosofía no es nada más académica, sino también pragmática, para que no se nos apunte de estar nada más pensando sin actuar. Es tiempo pues, de pensar correcta y profundamente para poder llevarlos a la praxis y que socialmente se vean las repercusiones que se tienen desde tan digna labor, la filosófica.







Bibliografía
· Esquivel, Noé, “Reflexiones sobre el valor de la educación y educación en valores”, tomado en Lámpara de Diógenes, número 18 y 19, pp. 169-190, http://www.ldiogenes.buap.mx/
· Godina, Célida, “La necesidad de la enseñanza y lección de filosofía”, tomado en Lámpara de Diógenes, pp. 82 – 86 http://www.ldiogenes.buap.mx/
· Marías, Julián, Historia de la filosofía, editorial Alianza
· Zumthor, Paul, La performance, oralidad y escritura, archivo pdf.


[1] Esto quiere decir una vida teorética, la cual no es sólo ser erudito sino tener una vida que contempla la reflexión y cuestiona al mundo para poder entenderlo.
[2] Godina, Célida, La necesidad de enseñar filosofía, archivo pdf, en http://www.ldiogenes.buap.mx/
[3] Vargas Lozano, Gabriel, “La filosofía en México ¿para qué?” Tomado en La jornada edición digital. Domingo 23 de noviembre 2008. Núm. 716
[4] Zumthor, Paul, La performance, oralidad y escritura, pág., 59
[5] Vargas Lozano, Gabriel, Ibid.
[6] Vargas Lozano, Gabril, Ibid.

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